El día 3 del Encuentro Circo en Red en Ponferrada abrió en La Térmica Cultural con gestión emocional aplicada a las artes escénicas; una sesión con Irene Aicrag y la Dra. Luisa Villanueva Casado que puso nombre a emociones concretas de ensayo y función (el vértigo del estreno, la fatiga larga de las giras, la euforia que confunde intensidad con bienestar) y nos dejó pautas sencillas y repetibles para llegar a escena con cabeza y cuerpo en el mismo lugar. Hablamos de protocolos breves de calentamiento, descompresión y cierre que ayudan a reconocer señales antes de que el cuerpo “pase factura” y a compartir un lenguaje común dentro de los equipos.
El formato pechakucha sirvió para cartografiar el ecosistema en veinte por veinte: asociaciones presentando líneas de trabajo, retos inmediatos y vías de colaboración, de manera que lo valioso no fue la velocidad del formato, sino comprobar cómo coordinar agendas evita duplicar esfuerzos y abre proyectos que ya estaban rozándose sin encontrarse. Ahí este día 3 del Encuentro Circo en Red en Ponferrada se entendió menos como un día suelto y más como una bisagra entre lo hablado y lo que se va a hacer.
De la calle al teatro
Después de comer, empezamos la parte más práctica con las Olimpiadas de Circo en la calle: malabares, equilibrios, acro básica y esas metas pequeñas compartidas que transforman la curiosidad en participación y la timidez en una primera experiencia corporal. Fue la demostración de que jugar es una puerta de entrada real a la cultura.
Al hilo, frente al Bergidum, Circo Cambuche (Cía. Henriko) afinó la cercanía con técnica a un palmo y humor; es el tipo de trabajo que convierte a la ciudad en coprotagonista y recuerda que el circo de calle no es un sucedáneo de la sala, sino otra forma de precisión.
Ya en sala, el Festival Sin Red continuó con “Mar, o cómo sobrevivir a un Tsunami” (Cía. Rebe al Rebés): una pieza que navega entre vértigo y ternura para hablar de resistencia cotidiana, donde la fragilidad sostiene relato tanto como la proeza técnica. La dramaturgia no empuja, acompaña; el humor no aligera el tema, lo vuelve compartible; y el resultado deja un eco que se procesa al salir del teatro, cuando el cuerpo se reconoce en lo visto.
II Premios CircoRED
El tramo final trajo la foto nítida de los II Premios CircoRED: Manicomicos recibió Buenas Prácticas por una programación que cuida procesos, públicos y continuidad; Teatro Bergidum obtuvo Aquí entra circo por incorporar el circo de manera significativa, sostenida y diversa en su programación. Además de celebrar, estos premios señalan tres cosas a seguir: mediación clara, continuidad en la programación y evaluación abierta.
La celebración por los diez años de CircoRED cerró la jornada ordenando aprendizajes y proyectando alianzas concretas para los próximos meses. El día 3 del Encuentro Circo en Red enPonferrada se despidió con tareas claras y el Festival Sin Red aún en marcha (hasta el 11 de octubre), recordando que lo trabajado hoy pasa mañana a la pista.





